Virginia, Estados Unidos.- Denis Edgardo Lagos, un hondureño que nació en uno de los municipios del sur de Francisco Morazán, un hombre luchador que se desempeñó en varios trabajos en los Centros de Abasto de Comayagüela, entre ellos zapatero en el mercado Las Américas, y que fueron las calles del Pedregalito las que guardan sus mejores recuerdos de su niñez y adolescencia, y el campo Motagua el que enmarca sus efímeras hazañas deportivas.
Pero fue en 2004 que emprendió su aventura de viajar a Estados Unidos.
Su primer lugar de residencia fue Houston, en Texas, ahí su primer empleo fue de llantero, oficio que aprendió en su querido Pedregalito de la capital hondureña, y que lo perfeccionó en las calles de la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, “en mi primer trabajo tenía a como jefe un gringo que fue calidad conmigo, me llevaba comida, él se llamaba David”.
Posterior a ello, decidió continuar con su visión, y viajó a Virginia, donde empezó como todos, desde abajo, luchando contra las adversidades que se encuentran los inmigrantes al llegar a la nación del norte.
“Cuando llegué a Virginia, llegué en Dociembre, y no tenía un lugar definido donde pasar las noches, pero una señora, buena onda, me habilitó un lugar para poder dormir hasta que conseguí mi primer empleo, que bien lo recuerdo fue un boliviano el que me dio la oportunidad”, relata el catracho que atiende 24 horas su negocio de road service en el estado de Virginia.
Arrancar con su negocio, hoy convertida en una pequela empresa se le hizo dificil, fueron días de largo trabajo para poder abrir campo en este rubro.
“Inicié con dos llantas usadas, que me costó mucho conseguirlas, pero gracias a Dios con ellas Inicié mi empresa”, hoy, Lagos mantiene alianzas estratégicas con grandes empresas distribuidoras de neumáticos, las que le abastecen en su negocio.
En la actualidad, este emprendedor hombre ha formado su hogar con su “mamirringa” como él amorosamente la llama, quién ha sido un pilar para poder ampliar sus servicios en temporada de invierno.
“Me desvelaba mucho buscando comprar las trocas para poder trabajar en la nieve, pero gracias a mi “mamirringa” pudimos ampliar el negocio.
15 años después, se muestra agradecido con Dios por las oportunidades que le ha dado, enfocado en su trabajo y ofreciendo sus servicios en los Estados de Washington y Virginia.
Hoy, este catracho cinco estrellas pone en alto el nombre de su país, haciendo honor a sus paisanos con esfuerzo y esmero trabajando a diario, actividades que se pueden obervar en sus transmisiones en vivo a través de sus redes sociales, en las que relata su diario vivir.
Lagos agradece a Dios por las múltiples bendiciones que le ha brindado en los últimos años, y siempre lo pone a él en primer lugar, profesando con su testimonio de solidaridad a los demás hispanos que le acompañan en las faenas. 
En su última visita a Honduras en 2012, aprovechó para recorrer las joyas turísticas de nuestro país.
Denis aprovechó para aconsejar a sus paisanos que viven en Estados Unidos a no desaprovechar la oportunidad de generar ingresos y ahorrar para montar su propio negocio.
