HONDURAS. La sangre continúa derramándose en todo el territorio nacional, a pesar del aislamiento por la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de la COVID-19.
En ese sentido, las estructuras criminales no se detienen, y siguen dejando a miles de familias en luto por las perdidas irreparables de sus familiares.
Es oportuno de mencionar que se contabilizan 36 masacres en lo que va del año, según los datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).
De esas 36 muertes múltiples, 14 han acontecido en el Distrito Central, Francisco Morazán.