La tarde de este sábado, 5 de agosto, el Santo Padre presidió la Vigilia con los Jóvenes con motivo de la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud, en el "Parque Tejo" de Lisboa, Portugal, en el marco del 42º Viaje Apostólico Internacional de su pontificado.
El Pontífice alentó a más de 1 millón y el medio de peregrinos a “caminar en esperanza, mirando nuestras raíces, sin miedo”.
“Caminar y, si uno se cae, levantarse; caminar con una meta; entrenarse todos los días en la vida. En la vida, nada es gratis. Todo se paga. Solo hay una cosa gratis: el amor de Jesús”, lo dijo el Papa Francisco a los jóvenes que participaron en la Vigilia.
María es misionera de la alegría
Desde el palco central que se instaló en el “Campo de gracia”, cerca del puente Vasco de Gama de Lisboa, el Santo Padre agradeció a los jóvenes peregrinos que llegaron de todas partes del mundo para participar en esta JMJ.
Y con el lema del evento, «partió y fue sin demora» (Lc 1,39), el Pontífice destacó que María realiza un gesto no pedido, no obligatorio, María va porque ama, y «el que ama, vuela, corre y se alegra». Eso es lo que nos hace el amor.
“La alegría de María es doble: ella acaba de recibir el anuncio del ángel que iba a recibir al Redentor y también la noticia de que su prima está embarazada. Entonces, es curioso: en vez de pensar en ella, piensa en la otra. ¿Por qué? Porque la alegría es misionera, la alegría no es para uno, es para llevar algo”.
¡La alegría es misionera!
Y a los jóvenes que han venido a encontrarse, a buscar el mensaje de Cristo, a buscar un sentido lindo a la vida, el Santo Padre les preguntó: ¿esto se lo van a quedar para ustedes o lo van a llevar a los otros? Y el Pontífice les dijo que, esto es para llevarlo a los otros porque la alegría es misionera.
“Y entonces yo tengo que llevar esa alegría a los demás, pero esa alegría que nosotros tenemos, también otros nos prepararon para recibirla. Ahora miremos para atrás todo lo que hemos recibido. Lo que hemos recibido y lo que han preparado, todo eso ha preparado nuestro corazón para la alegría. Todos. Si miramos hacia atrás, tenemos personas que fueron un rayo de luz para la vida: padres, abuelos, amigos, sacerdotes, religiosos, catequistas, animadores, maestros…”
Ser para los demás raíces de alegría
El Papa Francisco dijo que esas personas son como las raíces de nuestra alegría. Y haciendo un momento de silencio el Pontífice invitó a los jóvenes a pensar en aquellos que nos dieron algo en la vida, que son como las raíces de la alegría.
“Esa alegría que vino por esas raíces es la que nosotros tenemos que dar, porque nosotros tenemos raíces de alegría, raíces de alegría. Y también nosotros podemos ser, para los demás, raíces de alegría. No se trata de llevar una alegría pasajera, una alegría de momento. Se trata de llevar una alegría que cree raíces”.
INFORMACIÓN VÍA VATICAN NEWS
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